Algunas malas experiencias pueden empujarte a desconfiar de la amistad. Estas sugerencias te ayudarán a quedarte con aquellas personas que te enriquezcan y a filtrar a quien no deba estar en tu vida.

QUE NO TE CAMBIEN. No permitas que esas personas que te han decepcionado cambien tu personalidad, tu esencia y tu forma de relacionarte con los demás. Si te cierras a la amistad, habrán logrado arrastrarte a su terreno, al lado oscuro. Recuerda: ellos son los que tienen un problema por comportarse así, no tú.

VALORA LA CALIDAD. No debes preocuparte por no tener muchos amigos. No puedes gustarle a todo el mundo y no debes traicionarte por intentar caer bien. Prima la calidad frente a la cantidad y quédate con quienes realmente valgan la pena. Aunque la lista se reduzca bastante, los amigos de verdad proporcionan salud y equilibrio emocional.

CUIDA LAS BUENAS AMISTADES. Las relaciones que debes cuidar son las que tienes con personas que te quieren de verdad y se preocupan por ti. Como una planta a la que hay que regar y abonar para que crezca sana y fuerte: así debes cultivar las buenas amistades. Dedica tiempo para pasarlo juntos y fortalecer el vínculo.

BUSCA RECIPROCIDAD Y RESPETO. Una buena amistad no es jerárquica, es horizontal y democrática. No puede haber abuso ni imposiciones por ninguna de las partes. Al contrario, el respeto es la base imprescindible sobre la que se sustenta la verdadera relación amistosa. Un buen amigo o una buena amiga es aquel o aquella con quien puedes ser tú sin temor a que te juzgue.