Lo más importante para lograr tus propòsitos es que los hagas a corto plazo, por ejemplo si deseas bajar de peso, evita decir, “este año iniciaré una dieta para bajar de peso” te sugiero mejor que digas “durante el mes de marzo comeré de forma equilibrada y haré más ejercicio” ¿sabes por qué te sugiero que lo hagas poco a poco?, porque si logras tu meta de un mes, que es más real que proponértela de jalón por todo el año, tendrás más oportunidad de ver los resultados a corto plazo y eso te motivará a seguir adelante en el siguiente mes, y en el que sigue, y en el otro y así sucesivamente, no importa lo que te propongas, puede ser de trabajo, de salud, familiar, personal, de lo que quieras pero motívate con los resultados, verás que te será más fácil y por supuesto que lograrás tus propósitos durante el año.
Es por eso que te invito a que aprendas a identificar y equilibrar las dualidades…pero y, ¿qué es esto?, Día y Noche, Luz y Oscuridad,…¿opuestos?, ¿dos caras de la misma moneda?. ¿qué crees?, ¿sabes que lo que piensas de este tema es más importante de lo que imaginas?, ¿por qué?.
Porque vives entre DUALIDADES:
Femenino / Masculino. Blanco / Negro. Alto / Bajo. Norte / Sur. Pobre / Rico. Bueno / Malo. Caliente / Frío. Gordo / Flaco. Bonito / Feo. Vida / Muerte.
Tu registras el mundo en estos términos y raramente tomas conciencia de ello, ¿no es así?, ¿cuál es el problema?. Piensa, ¿no te la pasas dividid@ entre opuestos?, ¿deseando uno y rechazando el otro?, ¿tratando de alcanzar uno y huyendo del otro?, ¿queriendo ser uno y temiendo el otro?, ¿te das cuenta ahora, la importancia de las dualidades? ¿qué tiene eso que ver con la actitud?. Muchísimo, ¿cómo te sientes cuando la “oscuridad” se apodera de tu vida?, recuerda…¿aguantas la respiración?, ¿te pones ties@?, ¿te aíslas?, ¿peleas?, ¿te enfermas?, en síntesis, te pasas completamente del lado de la oscuridad. Te “olvidas” de abrirte, expandirte, unirte, fluir, sanarte. ¿recuerdas lo que hablamos en un artículo anterior de la conexión cuerpo-mente?..entonces, si tu cuerpo-mente es un todo que interactúa y esto se refleja en tu actitud: ¿cómo esperas atravesar la oscuridad, si estás ties@, cerrad@, aferrad@ y enojad@?. Solo lo puedes hacer si peleas y lo que estás tratando de evitar es justamente esta posición. ¿Qué hacer entonces?.
Encuentra la Armonía.
Las famosas dualidades son nada más que oportunidades para a prender a través de los extremos. Cualquier experiencia “negativa” conlleva una lección: generalmente es una resistencia a dejar lo viejo y conocido, a incorporar una actitud novedosa, a crecer más abierta, sabia y amorosamente. Una vez que experimentaste la enseñanza de esa lección, no necesitas seguir “pegad@” a ella, puedes liberarla.
¿Recuerdas que recién mencioné “atravesar la oscuridad”?. De eso se trata: No huyas. No pelees. No te resistas. No te contraigas. No te enojes.
- Observa lo que sucede
- Acepta
- Ábrete a la enseñanza que esa experiencia trae a tu vida
- Libera lo que ya no te represente
- Cree que puedes
- Crea lo que necesites para ser feliz.
¿Qué significa aceptar? No es resignarse, renunciar, someterse, conformarse. Aceptar es una actitud vital, que libera una gran cantidad de energía usada en luchar y rechazar, y que puede ser utilizada para crear. Es confiar en que todo lo que sucede tiene un propósito y que la vida se irá desenvolviendo de manera de conducirte hacia lo mejor para ti. Es comprender que no sabes todo y abrirte a una nueva posibilidad que la vida te ofrece con generosidad.
¿Cómo llevarlo a tu vida cotidiana?
Te sugiero el siguiente ejercicio:
• Toma una hoja, divídela en dos y escribe de un lado todo lo “POSITIVO” que eres o que haces y del otro lado lo “NEGATIVO”.
– Por ejemplo, “soy sociable, me gusta la gente / me cuesta relacionarme cuando no conozco a nadie en una reunión”, siempre quiero que las cosas se hagan como yo digo / “soy generos@ con mis amigos / soy egoísta con mis libros”, “soy cariños@ con mis hijos / no demuestro afecto a mi espos@”, “me cuido en las comidas / a veces, hago dietas extremas, porque no me gusto”.
– ¿Cuál es el propósito? Darte cuenta de que, en ti, conviven los dos extremos, que nada está afuera de tu mundo, así dejarás de proyectar las virtudes y defectos en los demás y podrás aceptarlos como partes tuyas.
– Recuerda que tú eres más que tus dualidades. Como todo el mundo, las tienes y van cambiando con el tiempo, pero no te defines por ellas: TÚ ERES UN SER HUMANO INTEGRO Y MARAVILLOSO, EN CONSTANTE EVOLUCION. (Ya te lo he mencionado en otros artículos y te lo repito porque no quiero que lo olvides nunca, ¿de acuerdo?)
• Observa tu actitud frente a las partes “negativas” o a los problemas:
¿Huyes, los niegas, te paralizas por el miedo, te enfermas, te estresas, te sobreexiges, te enojas, te avergüenzas, te culpas, no te los puedes sacar de la cabeza?
• Cuando tomes conciencia de alguno de estos comportamientos:
– Percibe si cortas o restringes la respiración y comienza a respirar lo más lentamente que la situación te permita.
– Toma nota de tus tensiones y trata de relajar tu cuerpo, soltando tus músculos con la exhalación.
– Acepta lo que sientas, lo que piensas, lo que sucede; no te critiques ni te juzgues.
– Pregúntate qué aprendizaje trae esa experiencia, qué puedes modificar, qué nueva actitud es posible construir.
– Por ejemplo: si critican algo que hiciste y tú acostumbras enojarte, respira, relájate y dile a tu interlocutor: “no pensé en esa posibilidad, ¿cómo lo harías tú?”. Con esto, continúas en dominio de tu persona y puedes seguir conversando y quizá aprendiendo algo nuevo, al transformar la crítica en aporte o, en todo caso, disolviéndola con tu actitud positiva.
¿PARA QUÉ HACERLO?: Porque, poco a poco, aprenderás que respirando, relajándote y aceptando todas las circunstancias internas o externas, puedes usar
cualquier experiencia para construir algo nuevo y mejor, con compasión, sabiduría y alegría.
Sin importar lo que está sucediendo, la Luz ilumina cualquier oscuridad. Recuerda que, una vela es capaz de iluminar la noche más oscura. Comienza por reencontrarte con tu luz interna, escucharla y dejarla crecer, hasta que guíe tu camino.
Estoy segura que llevando a cabo esta reflexión y ejercicio que te sugiero, encontrarás muchas respuestas a tus actitudes, así que decide: ¿TE QUEDAS EN LA OSCURIDAD O TE REENCUENTRAS CON TU LUZ INTERNA?
Y como cita Diane Westlake:
“No debes permanecer en un mismo plano del ser. Crece, cambia. La fuerza que precisas emergerá a la superficie. Únete a la conciencia y trae tu transformación. Pide ser nuevo. Convoca tus fuerzas. Acepta el cambio. Cree en tu derecho a tenerlo”.