Niños de 2 a 8 años suelen tener temores y miedos; estos temores y miedos tienen una base genética aprendida, pero la mayor parte de ellos son adquiridos debido a las malas experiencias vividas por el niño.

Temores relacionados a la herencia aprendida de padres y/o cuidadores son: a la oscuridad, a personas extrañas, al jardín de infancia o al colegio, a fantasmas, a quedarse solo; o cosas que suponen una ruptura de su rutina; mientras que los relacionados a malas experiencias vividas, generalmente surgen luego de un accidente: a las mascotas, a los insectos, al agua (mar, piscinas, bañera), a las alturas (escaleras, toboganes).

Todos estos temores son considerados normales y se irán superando poco a poco, pero debes tener cuidado con aquellos temores que suponen una limitación en el desenvolvimiento del niño, y debes tenerlos en cuenta; como por ejemplo, que el niño no quiera salir a jugar o pasear.

Lo que muchos padres hacen por impulso, es obligar a los niños a enfrentar sus miedos y temores, lo cual puede ser perjudicial, porque dependiendo de la susceptibilidad del niño puede hacer que un temor infantil le genere adicionalmente angustia y hasta convertirse en una fobia.

Lo que para un adulto puede resultar, no necesariamente servirá para un niño. Cuando un adulto tiene miedo a subirse a una lancha o barco, se le puede explicar acerca de todas las medidas de seguridad con las que contará y llegar a convencerlo; pero para un niño no es así, lo mejor es no obligarlo y mas bien motivarlo a subir, que te vea a  ti en la lancha o el barco saludándolo y divirtiéndose puede animarlo más, siendo una forma de acercar gradualmente al niño a disminuir su temor.

Los niños tienen un pensamiento fantasioso por lo que les es difícil que separen sus fantasías de la realidad. Por ejemplo, si el niño cree que vio un fantasma no bastará con que tu le expliques que los fantasmas no existen, será necesario que adoptes una posición de compañerismo haciéndole sentir que el temor es normal, y lo ayude a enfrentarlo.

•“Viste un fantasma?, qué miedo!” y luego ayudarlo a comprobar que no existe “Vamos juntos a ver dónde está”, van juntos al closet y verifican que no hay nada.

•“Hay un monstruo asomándose por la ventana?, qué susto!”, “Vamos a ver si el monstruo sigue allí”, lo llevas a la ventana, y le muestras que es la sombra de la rama del árbol.

Si el niño es un preescolar (2 a 5 años) no le será tan fácil separarse de lo fantasioso, para ayudarlo a superar sus temores debes hacerlo de manera más real.

•Haciendo que el niño dibuje lo que le asusta, luego juntos lo tiran a la basura o lo guardan en un lugar “seguro” para que se quede allí.

•Convierte sus temores en un juego, si tiene miedo a bañarse hazle burbujitas y ponle algún patito de hule o algo que se pueda mojar para que se divierta o si le teme subirse a algún juego en el parque, cómprale uno de juguete y jueguen juntos, lo mismo puedes hacer si tiene miedo a las mascotas, lo importante es irlo sensibilizando poco a poco hasta que por el mismo se de cuenta que todo está bien y que no tiene porque temer.

Ahora ya tienes algunos tips que estoy segura te serán de utilidad, sin embargo, si requieres de mayor apoyo psicólogo para entender como ayudar en las diversas etapas del desarrollo de tus hijos, te invito a que me conozcas, háblame agenda tu primera cita, que con gusto te estaré esperando para que juntos encontremos la mejor solución a tus dudas.