El no invertir tiempo en la familia se ha vuelto un gran problema en la sociedad actual, desafortunadamente la mayoría de los padres creen que no pasar tiempo con sus hijos es fácilmente compensable dándoles un regalo.

En la mayoría de los casos, los padres culpan al trabajo de su falta de interés, ya que éstos no pueden renunciar, ni aumentar horas al día o dormir menos, por lo que se requiere de un fuerte compromiso con los hijos cuando están ante su presencia.

Hablar, hablar, todo el tiempo con los pequeños miembros de la familia es esencial. No tenemos que esperar hasta la hora de la cena para sentarnos a conversar con ellos, podemos iniciar una plática en el auto o en el camión camino a la escuela que sea constructiva. No se trata de la cantidad de tiempo, sino de estar disponibles y de alentarlos, quererlos y apoyarlos.

Las consecuencias de no estar con ellos.
Lo primero que debes recordar es que tus hijos son un reflejo de ti, el modo en que los tratas repercute en su comportamiento como hijos y más adelante en su comportamiento como padres.

Los niños necesitan pasar tiempo con sus padres porque éstos son sus modelos a seguir, sus maestros y guías. Los padres transmiten su sistema de valores a sus hijos cuando pasan tiempo de calidad con ellos.

De tal modo, que hacer lo contrario puede traer serias consecuencias, tales como:

  • Problemas de conducta o aprendizaje en la escuela
  • Actividad antisocial
  • Abuso de alcohol y drogas
  • Embarazos adolescentes
  • Baja autoestima

Te sugiero los siguientes puntos para una mejor convivencia y diversión en familia:

  • No pienses en la diversión como pérdida de tiempo, es una parte indispensable para la salud física y mental de toda la familia y para que la vida merezca vivirse.
  • Durante un día normal, observa y anota cuáles son las actividades que realizas con tus hijos, ¿Qué hacen para disfrutar y divertirse juntos? ¿Qué tanto te ríes con tu familia? ¿Cuáles son los mejores momentos del día?
  • Póngase de acuerdo toda la familia en las actividades que les gustaría hacer por ejemplo el fin de semana.
  • Inventen sus propios juegos: organicen cantos, bailes, rondas, representaciones con disfraces, etc.
  • El momento de comer es ideal para una alegre convivencia.
  • Consulten los periódicos y entérense de las actividades que se organizan en su comunidad para los niños. Muchas de ellas son gratuitas. Aprovéchenlas.
  • Organicen una tarde para juegos de mesa en familia, cuidando los adultos de no ganar siempre, pero también de no dejar que sus niños sean siempre vencedores. Dejen que el azar y la pericia creciente de sus hijos les den gratas sorpresas.
  • Propicien momentos y actividades agradables para estar juntos. Cuando sus hijos sean grandes, siempre recordarán con cariño su vida familiar.

Por ello te invito a reflexionar en que, la vida familiar no consiste sólo en resolver conflictos o cubrir necesidades económicas., gran parte del tiempo que compartimos puede emplearse simplemente en disfrutar el hecho de estar juntos.