Hola saludándoles con el afecto de siempre. En esta ocasión y a petición de mis amables lectores, contesto el correo que se me envió en el cual me preguntan si es posible atender un caso de esquizofrenia únicamente con apoyo psicológico. Para lo cual les informo que en este caso como en muchos otros es importante la intervención primeramente del psiquiatra, seguido con el apoyo psicoterapéutico del psicólogo clínico hacia el paciente., por lo tanto me permito explicarles someramente cual es el rol que nos compete a cada uno específicamente en el tratamiento de esquizofrenia.

Rol del psiquiatra: Aparte del proceso evaluativo y diagnóstico de la esquizofrenia, el psiquiatra se encarga fundamentalmente de tratar con la base biológica de la esquizofrenia, por medio de la medicación antipsicótica o neuroléptica. Actualmente el fármaco de mayor uso es la Clozapina, pareciendo ser que posee menos efectos secundarios que otros medicamentos.

Las medicaciones antipsicóticas están lejos de ser perfectas y pueden producir diversos efectos secundarios desagradables en extremo que semejan condiciones neurológicas. La mayor parte ofrece poco alivio para los síntomas negativos tales como retraimiento social, apatía e higiene personal deteriorada. Y muchos esquizofrénicos no se benefician en absoluto de la medicación antipsicótica. A pesar que la clozapina tiene menos efectos secundarios, podría aparecer la agranulocitosis, la cual implica lesiones de las membranas mucosas o del sistema gastrointestinal, lo que es potencialmente fatal. Además los psiquiatras a menudo no se percatan de posibles reacciones a los fármacos como por ejemplo, intranquilidad motora, terror extremo e incluso intentos suicidas compulsivos.

Rol del psicólogo: La mayoría de los psiquiatras en la actualidad están de acuerdo en que el tratamiento más benéfico para la esquizofrenia es alguna combinación de medicación antipsicótica y terapia psicológica, es aquí donde interviene el psicólogo.

Debido a que los esquizofrénicos carecen de manera típica de habilidades sociales, casi siempre se incluye un programa de entrenamiento para contrarrestar esta carencia como parte de la terapia conductual. La terapia enfatiza las habilidades de comunicación y el entrenamiento de la asertividad.

El paciente es colocado de manera repetitiva en situaciones sociales que tiende a evitar. Esto disminuye la ansiedad del paciente al punto de que las buscará en lugar de evitarlas. Esta es una contribución fundamental debido a que el retraimiento social es un síntoma esquizofrénico que no es tocada por la medicación psicótica. (Martin, B. 1985). Este tipo de terapia también ha sido usada para reducir el impacto de delirios, alucinaciones y otros trastornos del pensamiento, por medio de explicaciones desestigmatizantes de sus síntomas y entrenamiento para cuestionar los síntomas psicóticos.

Se les explica que el estrés a menudo produce reacciones comunes como ideas de referencia, paranoides e interpretaciones equivocadas de los eventos. Los pacientes son enseñados a analizar sus síntomas, llegando a concluir que sus creencias no son realistas.

Otro tipo de intervención es la Terapia psicológica integrada (TPI). Este programa identifica las deficiencias cognoscitivas específicas mostradas por los esquizofrénicos e implica: a) Diferenciación cognoscitiva, en la cual los pacientes son enseñados a discriminar categorías de estímulos al participar en tareas perceptivas, aprendiendo a formar conceptos y a recuperar información apropiada. b) Percepción Social, aquí los pacientes aprenden a reconocer de manera apropiada y a responder a las claves sociales. c) Comunicación Verbal, se ayudan a los pacientes a aprender a concebir y evaluar las declaraciones verbales. d) Habilidades Sociales e Intervenciones Interpersonales.

Apoyo Familiar:

Ya que la mayoría de los pacientes recuperados regresan a vivir con sus familias, las nuevas intervenciones psicológicas se han enfocado de tratar de mejorar la interacción entre el paciente y los miembros de la familia, evitando así posibles recaídas. Esto implica difundir información acerca del trastorno entre las familias y esquizofrénicos y enseñar a éstas y al esquizofrénico cómo modificar sus patrones de comunicación. Para esto se identifican las interacciones estresantes y se realiza un entrenamiento en métodos de comunicación alternativos. Se enfatiza habilidades específicas, tales como escuchar, hacer peticiones claras, enfocar el reforzamiento positivo y reducir las críticas. (Sue, D. 1996)

El tratamiento psicoterapéutico que ofrece el psicólogo debe Incluir también la entrega de apoyo emocional, refuerzo de adhesión al tratamiento, desarrollo de habilidades, motivación de comportamientos de autoayuda y el incentivo para la participación en agrupaciones de familiares.

Como verán es sumamente importante no confundirse y aceptar que es necesario que en casos como la esquizofrenia debamos trabajar de la mano de forma multidisciplinaria tanto el psiquiatra, como el psicólogo clínico y por supuesto la familia del paciente.